No falla. Mientras los titulares miran a Argentina, en Hacienda
miran al sur y la Bolsa aprieta los ojos en su peor semana del año, las
noticias sobre sexo hacen que nuestra mirada se pose en ellas una y otra vez . La
gente se conecta para ver qué ha pasado por el mundo y entre todo, que es
mucho, una gran mayoría se ha detenido hoy en la historia de un alemán que tuvo
que ser salvado de una ninfómana. Según la información, la policía sufrió también
el “asalto” de la mujer cuando acudieron al rescate de este individuo que se
encerró en el balcón de la casa cuando se vio superado en su capacidad de
respuesta.
El tema merece una breve reflexión (no lo del alemán) sobre el
poderoso imán de las noticias absurdas, intrascendentes y absolutamente
prescindibles que se cuelan en la llamada prensa seria y que quieren
legitimarse, como en otros ámbitos, gracias a las mayorías.
Como es viernes, es muy tarde y no estamos aquí para sentar cátedra
vamos a transformar la reflexión en unas cuantas preguntas:
¿Es que no podemos desconectar de vez en cuando con alguna
chorrada? Es más, ¿no sería mejor leer chorradas constantemente y solo ‘conectarnos’
de vez en cuando con la realidad?
¿Cuándo admitirán algunos periódicos que el amarillismo mal disimulado
se cuela entre las costuras de un disfraz de prensa seria a punto de estallar?
¿Es el periodismo que se ejerce en cada país el reflejo de
esa sociedad?
Los ojos se me cierran y creo que podemos pasar este fin de
semana sin argumentadas respuestas a cada una de las cuestiones. Eso sí, hay
una conclusión clara: el sexo siempre goza de buena prensa.
Dedicatoria al jefe de prensa de Beteta: al final te ha
tocado hacer una carta de disculpa. Mira que se lo dijiste…
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