domingo, 28 de julio de 2013

Silencio y ruido

He podido pasar cientos de veces por tu lado sin mirarte. 
Rozar nuestros codos en cualquier ascensor, observar tus manos danzando entre el resto sin saber a quien pertenecen, sin entender que existes, que respiras, que estás.

He podido ver tu espalda alejarse sin notarlo, contestar a tu mirada con educación, pasa tú primero, gracias, hoy parece que refresca. 

Hemos podido hacerlo todo sin hacer nada. Habitar el mismo espacio, transitar un camino compartido, escuchar la misma música, quizá.

Vivir cerca sin saberlo.

-O saberlo desde siempre-. 

He podido tomar conciencia de ti sin querer. Por un buenos días. Por una sonrisa o por nada. Convertir tu presencia cotidiana en el café de mis mañanas. Respirar sólo por tu boca, escuchar únicamente tus sonidos.

El espacio toma tu forma. 
Te conviertes en mi alimento y sin saberlo- o sabiéndolo desde siempre- me quedo en ti.

Del silencio al ruido. 
De la nada al todo.

Nota mental: gracias por contarme cosas bellas, tan bellas como descubrirnos sin querer.



No hay comentarios:

Publicar un comentario