martes, 10 de septiembre de 2013

Abstinencias

El síndrome de abstinencia tiene carácter reservado. Y múltiples variables.

Puede sentirse como una punzada en el centro mismo del estómago, trepar hasta la garganta, y quedarse allí, asfixiando. O se convierte en una energía infinita que se agarra a las horas y a los minutos haciéndolos lentos, babosos, eternos.

El síndrome de abstinencia es alargar la  mano con sus dedos y sus ganas y agarrar el vacío. Saber que hay cosas que decir pero no hay tiempo para escuchar. Es olor.
 

La necesidad silenciada,
Hambre, escozor, tu voz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario