jueves, 10 de mayo de 2012

Adaptación y supervivencia

Hay gente capaz de metamorfosearse hasta el infinito. Dan una y mil vueltas sobre si mismos cambiando de rostro, de expresión, de forma...pero sin perder su identidad original. Esa forma primigenia que dejan en depósito. Son supervivientes.

Conozco a algunos. Muchos han ido transformandose durante años, una o dos veces al mes. Consiguiendo hacerse imprescindibles en medio de la rutina, sumándose a los corrillos y poniendo voz en incluso votos. Así, sin más. Casi sin hacer ruido, mimetizados con el ambiente y formando parte del mobiliario. Son silenciosos pero se notan. Si echas un ojo alrededor seguro que los descubres, agazapados en su quehaceres cotidianos, tecleando, observando...buscando el hueco que convertir en trinchera.

Descubrir su diferencia, lo que les hace permanentes, ya es más complicado. 
Nadie sabe muy bien por qué ni cómo. Sólo están. Siempre a tu espalda.

Nota mental: yo soy de las que normalmente traga un poco de agua en los naufragios. A veces necesito bombonas de oxígeno y un flotador.


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