lunes, 14 de mayo de 2012

Una limpiadora de la estación de autobuses de Granada devuelve un bolso con cerca de 14.000 euros. 

Hay gente que te reconcilia con la vida. Cuando crees que nuestra selva de asfalto, empujones y mal humor es la única realidad conocida, llega un mujer llamada Palmira, devueve una bolsa llena de dinero y te deja con la cara de tonta mirando al suelo. Menos mal que ocurre a veces.

Hay que rodearse de gente que sabe escuchar, que sonríe mientras le hablas y que llena con su luz las esquinas oscuras. Yo comencé hace tiempo (quizá semanas) la dieta de la negatividad, y consiste básicamente en erradicar de tu menú todo aquello que contiene grandes dosis de energía negativa. Fuera maloshumores, fuera envidias, fuera caras oscuras, fuera medias verdades y mentiras completas, fuera gente gris y fuera apretones de manos con patadas en el culo. Se acabó, pienso endulzar mi dieta con alimentos hiperpositivos, con flanes de buen rollo y tartas de simpatía. Voy a subirme al final de cada semana a la báscula para comprobar cuántos kilos de buen rollo he ganado.

Los días que voy a estar respirando merecen un menú diario que merezca la pena recordar.
No quiero una digestión pesada por nada del mundo.

Nota mental: cuando tenga la intención de merendar un poco de gilipollez, hacedmelo saber, por favor.

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